Enfoque del Parque Urquiza

Enfoque del Parque Urquiza
Autor: Amaro Villanueva
año: 1942

El periodista, escritor y ensayista Amaro Villanueva produjo, entre 1942 y 1946, más de 100 crónicas sobre tópicos paranaenses para el diario El Litoral de Santa Fe. Varios de sus textos periodísticos refieren al principal paseo público de la ciudad. Específicamente, en «Enfoque del Parque Urquiza», publicado el 13 de diciembre de 1942, narra un recorrido que realiza a pie junto a una amiga. La cualidad de esta pieza es que no se centra en un sitio o en un hito del paisaje, sino que da cuenta de lo que los protagonistas observan mientras caminan.

«Ya hemos pasado el vano del “Puente de los suspiros” y seguimos la curva de la calle, encajonada entre dos altos taludes cubiertos de césped, donde un grave aguaribay y otros árboles fuertes afirman su pie en la empinada rampa. Al dar la vuelta la curva, desaparecido el talud del lado del río, la calle nos presenta, en profunda perspectiva, allá abajo, el panorama de Puerto Viejo, remozado hoy, pero no tanto como para que hayan desaparecido por completo sus signos y rasgos de vetustez. Aquí, la cancha de pelota; más allá, la casa donde vivió el pintor Marchese, enseguida, los arcos coloniales y la recova de la comisaría, la antigua residencia de La Escolta. Hacia el fondo, el puente sobre el arroyo Antoñico, los depósitos de inflamables y, contra el horizonte, la silueta moderna de la fábrica de portland».

El texto da cuenta tanto de la geografía aún vigente como de edificios, instituciones y personas que han quedado en el pasado. Esta combinación aporta un especial atractivo dado que han transcurrido casi ochenta años desde aquella crónica que, leída en la actualidad, permite identificar continuidades e informa sobre elementos perdidos en el tiempo.

Más adelante, el mismo escrito, señala en relación al antiguo palomar: «Desandamos la calle, trepamos la escalerilla en espiral que da acceso a la rotonda y al kiosco, y seguimos la vereda que corre junto a las antiguas barandas del parapeto de piedra con que se dio contención y defensa a la barranca, corroída por filtraciones de agua que todavía alimentan la cascada que murmura allá abajo donde viven en libertad algunas garzas y numerosas palmípedas, pavos reales y multiplicadas palomas». Evidentemente, la fauna del Parque Urquiza tenía otros habitantes en el momento en que fue escrito el artículo.

Desde el balcón natural, Villanueva y su acompañante (de quien no da su nombre, pero describe como «de fino espíritu, mente cultivada y grandes ojos verdes») levantan la mirada hacia el horizonte fluvial: «Más allá, tras la baranda de la costanera baja, corre el río, apenas surcado por alguna lancha, junto a la oscura delicadeza de los árboles de la orilla que retoñan húmedos de sol. Sirve de fondo la isla rodeada de arena, intercalada de espejos, y, después el cielo, que invade el alma y el paisaje, para definirlos».

Los mencionados textos de Villanueva publicados en El Litoral, junto con otros reunidos bajo los títulos de Misceláneas (entrerrianos, artistas, escritores, museos) y Después de la guerra… publicados en El Diario de Paraná y otros medios, se encuentran en el tomo III de las Obras completas del escritor, editadas por la Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos (EDUNER) en 2010. Además, el mismo sello editorial publicó Paraná, rosa de otoño (2013) e Intimidades monumentales de Paraná (2020) donde se han seleccionado parte de sus célebres narraciones urbanas. Estas publicaciones de la EDUNER concuerdan con la idea del propio autor de reunir sus crónicas en un libro que se titularía Paraná, rosa de otoño (crónica retrospectiva de la capital de Entre Ríos) pero que no llegó a concretar.

Villanueva nació en Gualeguay en 1900 donde vivió hasta sus 27 años. Luego, se radicó en la capital provincial durante casi tres décadas, entre 1927 y 1955. Ese año se mudó a Buenos Aires donde murió en 1969. Entre sus principales obras se pueden mencionar, entre otras, Versos para la oreja (poesía, 1937), Mate. Exposición de la técnica de cebar (ensayo, 1938), Crítica y pico. Plana de Hernández (ensayo, 1945), La mano y otros cuentos (cuentos, 1957), Lunfardópolis (poesía, 1983).

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Las fotografías son del Museo Histórico Martiniano Leguizamón